martes, 10 de junio de 2014

Personajes Destacados
( Biografia )

Sebastián de Benalcázar


(Sebastián de Belalcázar o Benalcázar; Belalcázar, 1480 - Cartagena de Indias, 1551) Conquistador español. Al parecer llegó a América en uno de los últimos viajes de Colón. En 1514 llegó con Pedrarias Dávila al Darién, donde fue nombrado capitán. En 1524 participó en la conquista de Nicaragua y fue nombrado alcalde de una de sus ciudades (León).
En el Darién tuvo ocasión de conocer a Diego de Almagro y a Francisco Pizarro, y se unió a ellos para conquistar el Perú. Fue enviado a Piura con el cargo de teniente gobernador; luego organizó por su cuenta la expedición de Quito, ciudad que había sido destruida por el general Inca Rumiñahui, y allí tuvo que hacer frente a la resistencia india.

Francisco de Pizarro 


En 1502, embarcó en la flota que llevaba a las Indias a Nicolás de Ovando, el nuevo gobernador de La Española. Hombre inquieto y de fuerte carácter, no logró adaptarse a la vida sedentaria del colonizador, razón por la que decidió participar en la expedición de Alonso de Ojeda que exploró América Central (1510) y luego en la de Vasco Núñez de Balboa que descubrió el océano Pacífico (1513).
Entre 1519 y 1523, sin embargo, se instaló en la ciudad de Panamá, de la cual fue regidor, encomendero y alcalde, lo que le permitió enriquecerse. Conocedor de los rumores que hablaban de la existencia de grandes riquezas en el Imperio Inca, decidió unir la fortuna que había amasado con la de Diego de Almagro.











francisco de Orellana




Trujillo, España, 1511 - ?, 1546) Explorador y conquistador español, descubridor de la selva amazónica y primer navegante del río más caudaloso de la Tierra.
Poco conocido y eclipsado por nombres de la talla de Hernán Cortés o Francisco Pizarro, Orellana protagonizó, sin embargo, uno de los episodios más brillantes de la historia española en el Nuevo Mundo, siendo su vida un ejemplo de heroísmo y honestidad.
Junto a Francisco Pizarro participó en la conquista del imperio de los incas, revelando ser un soldado hábil y sobre todo fogoso, tanto que en cierta ocasión pecó de temerario y perdió un ojo luchando contra los indios manabíes. Antes de cumplir los treinta años, Orellana había tomado parte en la colonización del Perú, había fundado la ciudad de Guayaquil y era, según los cronistas, inmensamente rico.
Al estallar la guerra civil entre Francisco Pizarro y Diego de Almagro, Orellana no dudó en decantarse a favor de su pariente Pizarro. Organizó un pequeño ejército e intervino en la batalla de Las Salinas, donde Almagro fue derrotado. Luego se retiró a sus tierras ecuatorianas y desde 1538 fue gobernador de Santiago de Guayaquil y de la Nueva Villa de Puerto Viejo, etapa en la que se distinguió por su carácter emprendedor y por su generosidad.
Además, hizo algo verdaderamente encomiable y singular: puesto que deseaba ligar su existencia a aquellos territorios, juzgó necesario aprender las lenguas indígenas y se dedicó concienzudamente a su estudio. 

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